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El Govern balear ha autorizado, a través de la Comisión Balear de Medio Ambiente, las obras para que el vertedero de Milà pueda volver a recibir los residuos que generan los menorquines. Con el acuerdo aprobado ayer, el Ejecutivo autonómico acepta la solución que había propuesto el Consell insular, con la unificación de residuos en una misma celda, pero incorpora unas modificaciones para garantizar la impermeabilización de los terrenos.

Con estas medidas se evitará que se repitan los problemas detectados en Milà que motivaron la resolución, dictada por la Comisión Balear de Medio Ambiente el pasado 22 de diciembre, con la suspensión cautelar de los vertidos.

Es preciso que ahora los consells insulars de Mallorca y Menorca aprueben el convenio para el traslado a la planta incineradora de Son Reus de las 4.000 toneladas almacenadas en Milà. Resueltos estos problemas llegará el momento de reflexionar y debatir el acierto del modelo escogido en su momento -un vertedero sito en unos terrenos protegidos- para el tratamiento y eliminación de los residuos sólidos urbanos en una Isla que tiene la condición de Reserva de la Biosfera.