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El obispo Salvador Giménez puso ayer el acento en la dimensión de acogida, orientación e integración que lleva a cabo la Iglesia católica a través de Caritas Diocesana. Según destacó el prelado, «no es una ong más, es la Iglesia misma que desarrolla su acción social, porque esta entidad -constituida por iniciativa de la Conferencia Episcopal Española en 1947- participa activamente, a diario, en el ministerio de la caridad como la acción global de la Iglesia».
El incremento en la regida de ropa usada y su reciclaje, con 220 toneladas gestionadas durante 2014; la actividad de las tiendas solidarias Mestral, con la apertura este viernes de un nuevo establecimiento en Ciutadella; la empresa de reinserción social TIV, para el tratamiento de residuos voluminosos; los talleres Mestral, la labor de Caritas en cada una de las parroquias de Menorca y la participación de una red formada por más de cien voluntarios configuran un organismo dinámico, potente y proactivo».

La implicación de los menorquines -no solo las instituciones- garantiza el trabajo que, en distintos ámbitos, lleva a cabo Caritas Diocesana. Una labor discreta pero de extraordinaria utilidad y eficacia.