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Avanza la legislatura, los plazos de gracia ya se han agotado y los cambios anunciados en el fondo y en las formas no se materializan, al menos en la medida de las expectativas creadas. El tercer Govern de Pacte se presentó como una bocanada de aire fresco tras el cuatrienio de mayoría absoluta de José Ramón Bauzá. Se comprometió a otra manera de practicar la política, abrir las instituciones y ejercer la transparencia como una exigencia.

Ocho meses después, quienes efectuaron estos anuncios no aplican las normas de la Llei de Bon Govern, cuyo incumplimiento denunciaron durante el anterior mandato. El Govern del PSIB-PSOE y Més per Mallorca y Més per Menorca se niega a publicitar los gastos superiores a 500 euros. Es preciso discernir si responde a desidia o una deliberada actitud de ocultación de datos. Ambos casos son inaceptables en quienes hicieron bandera de la transparencia y hoy no dan ninguna explicación.

Si los partidos que forman el Govern, además de Podemos que les da apoyo parlamentarios, no quieren perder el apoyo obtenido en mayo del 2015 deben rectificar de inmediato. No tienen excusas ni pretextos.