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En el debate de Política General, el 'discurso social' de Francina Armengol, se olvidó del hospital Verge del Toro de Maó. La presidenta del Govern anunció un plan de infraestructuras con el que se comprometió a dar un uso sociosanitario a los antiguos hospitales Son Dureta de Palma -con una inversión de 119 millones de euros- y can Misses de Eivissa, pero no incluyó ninguna referencia a las necesidades de Menorca. Tampoco a la situación del Verge del Toro, a pesar de que su reforma constituye un compromiso político de las formaciones que gobiernan en la actualidad en el Ayuntamiento de Maó y el Consell. Al día siguiente, Armengol admitió que el estado ruinoso del antiguo hospital de Maó es un obstáculo.

Cerrado desde 2007, el Verge del Toro ha sufrido un proceso de deterioro y abandono, lo que dificulta su reconversión y reutilización. El Govern ya no puede demorar más la presentación de los informes técnicos sobre la situación del edificio para adoptar decisiones, tras haber paralizado el actual gobierno municipal de Maó la reversión del edificio a la Seguridad Social. El único valor del Verge del Toro, hoy, no es la construcción, sino los terrenos.