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Hace casi un año que Ciutadella arrastra una demora importante en la concesión de licencias de obra. Cuando la legislación establece que una solicitud de licencia debe responderse en un plazo de tres meses, en el municipio de Ponent casi se duplica el tiempo de espera. La causa es la falta de personal técnico en el departamento de Urbanismo, el mismo motivo que en enero de este año ya explicaba las dificultades para informar los proyectos de obra. Es difícil de comprender como la bolsa de empleo de abogados está vacía y la de arquitectos con solo diez aspirantes, pendientes de las pruebas, que se realizarán en el mes de noviembre. Parece evidente que la gestión para resolver estas situaciones no ha sido eficaz. Por eso los arquitectos y los contructores piden soluciones, aunque sean temporales.

En un momento de recuperación de la actividad del sector de la construcción, que ha padecido la crisis y la burbuja inmobiliaria, la administración tiene la obligación de ser ágil en la concesión de los permisos. La eficiencia en los procesos y la calidad del servicio de Urbanismo tienen efectos sobre la economía local.