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Superar, reducir y compensar los costes de insularidad para evitar agravios comparativos y discriminaciones por el hecho de ser un archipiélago constituye un objetivo compartido por todos los ciudadanos de Balears, sin distinción de ideologías o intereses. La reclamación de un nuevo Régimen Especial cuenta con el apoyo de partidos, agentes sociales y el conjunto de la sociedad civil.

Es el futuro colectivo que está en juego. Mientras que Canarias, gracias a la privilegiada posición de bisagra que han alcanzado dos de sus diputados en el Congreso, está arrancando ventajas, Balears corre el riesgo de quedarse atrás si no reacciona y actúa con firmeza.

Las aspiraciones son de gran calado. Van desde la reducción del precio de la gasolina y la electricidad a reducir el IVA, el descuento del 75 por ciento en todos los vuelos, becas para estudiar fuera de las islas y deducciones en el Impuesto de Sociedades. Solo será posible alcanzar estas metas desde la unidad. Balears aporta al Estado mucho más de lo que recibe, con un diez por ciento del PIB que se va para no volver. Es la hora de las compensaciones, tal como determina la Constitución y la Unión Europea.