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La cifra de 98.797 trabajadores extranjeros contratados en Balears que se alcanzó en mayo, cuando aún no había empezado la temporada alta, evidencia la reactivación económica. Aunque todavía quedan problemas y lastres que se arrastran de los años de la crisis, hay que añadir las previsiones espectaculares en cifras de visitantes y negocios para este verano en las Islas.

Es preciso aprender las lecciones del pasado para evitar repetir errores. En un sector pujante como el náutico las empresas buscan personal cualificado procedente de la Unión Europea. Hay que superar la baja preparación y contar con profesionales bien formados que aporten solidez a la estructura productiva. Los empresarios han de ser los primeros en apostar por la calidad y la formación en las prestaciones laborales.

En esta coyuntura favorable hay que valorar la escasa capacidad inversora de las administraciones de Balears, motivada por su mala financiación y elevado endeudamiento. Es imprescindible el acuerdo del sector privado y el sector público para lograr un desarrollo equilibrado. Las contrataciones marcan el final de la depresión, pero no basta. Hay que poner otras bases, más sólidas y eficientes.