Sostuvo ayer la nueva presidenta del Consell insular, Susana Mora, en su discurso de investidura que «vivimos tiempos de tribulaciones y de grandes cambios». En su diagnóstico sobre la realidad menorquina afirmó que «compartimos un mundo donde las ambiciones se globalizan mientras que se localizan, cada vez más, los problemas».
Ello exige afinar en la toma de decisiones. Entre las medidas que apuntó destaca que los beneficios del turismo han de llegar a las familias y ser fuente de prosperidad «pero no a costa de cerrar la puerta de la vivienda a tanta gente que padece tantas dificultades». Es preciso, actuar en materia de vivienda «con políticas decididas y valientes». También necesitamos más conexiones en invierno con la península. Una mejor y más eficiente movilidad. Un mejor turismo y que los visitantes vengan más repartidos en el tiempo. Diversificación y moción. No caer en el abuso de la naturaleza y los recursos. Reserva de Biosfera no puede ser una marca. Volver a mirar a la industria; dar oportunidades a los payeses; avanzar en el cambio del modelo energético... Efectivamente, es la hora de actuar, es la hora de adoptar medidas y aplicar las decisiones.
