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Los temas abiertos en la agenda política española, con el proceso independentista catalán como cuestión prioritaria; y en la de Balears, con la negociación abierta para el nuevo modelo de financiación autonómica y el Régimen Especial, justificaron la enorme expectación mediática del encuentro que mantuvieron ayer Mariano Rajoy y el Rey Felipe VI en Palma.

Cuestión muy distinta es el resultado al no haberse detectado cambio de criterios o bien se mantiene la inconcreción, planteamientos que forman parte de las maneras políticas del presidente del Gobierno.

Ello no obstante, Rajoy se mostró contundente en la defensa del turismo con la condena a los actos vandálicos protagonizados por grupos radicales. Lo importante es actuar contra los responsables para evitar que se repitan y extiendan a otros destinos turísticos. El presidente del Ejecutivo dejó en el aire el resultado definitivo de la financiación de las autonomías y el Régimen Especial de Balears. Se limitó a afirmar que el nuevo modelo será «razonable», término que admite muchas interpretaciones, por lo que es preciso un frente común de los partidos de Balears para conseguir resultados positivos.