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El IB-Salut ya lleva contabilizados durante este año más de 380.000 incomparecencias de pacientes a las citas médicas ya concertadas. Con una media de más de 2.000 usuarios, este dato revela del elevado grado de incivismo que soporta la sanidad pública en las Islas. Significa que más del seis por ciento del total de consultas no se llevan a cabo al no acudir el paciente citado.

Resulta difícil comprender los motivos por los que no avisa de la imposibilidad de acudir al médico, cuando basta con una simple llamada telefónica. Si se hiciera, otros usuarios podrían ser atendidos. Este irresponsable comportamiento provoca un incremento de las listas de espera. Las citas anuladas constituyen un tiempo perdido que obligan a demorar otras de forma innecesaria. Al mismo tiempo se resiente la calidad y el servicio de la atención sanitaria.

Los casos para justificar las incomparecencias son muy diversos y variados, pero cuando se alcanzan estas cifras cabe plantearse la conveniencia de aplicar medidas, más allá de un simple toque de atención, a los pacientes reincidentes. Medidas para que tomen conciencia del incivismo e irresponsabilidad de su comportamiento, que perjudica al resto de usuarios.