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Todos los gobiernos procuran contentar a los funcionarios, sobre todo a los de más alta cualificación. De ello depende en gran medida la buena marcha de la Administración y el cumplimiento de los objetivos políticos. En este contexto debe enmarcarse la decisión del Govern balear de gastarse 128 millones de euros en pluses durante el 2018 con subidas individuales de hasta 12.000 euros. Esta jugoso incremento retributivo fue aprobado durante el segundo Govern del Pacte presidido por Francesc Antich pero no llegó a ser aplicado por el anterior Govern del PP.

Los 128 millones, que suman más que la recaudación de la ecotasa, serán abonados cuando en el sector privado muchas empresas deben ajustar sus cuentas para seguir adelante. En cambio, en el sector público el Govern del Pacte opta por la aplicación íntegra de la carrera profesional, un complemento salarial que beneficia a los funcionarios autonómicos. Lo que exige la sociedad a los empleados públicos es eficacia, dedicación y productividad. Ello implica mejorar la atención a los ciudadanos y agilizar la tramitación y resolución de los expedientes. Más pluses han de traducirse en menos retrasos, eficacia y un mejor servicio.