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La nueva Ley de Urbanismo de les Illes Balears, llamada a ser un proyecto-estrella del Govern Armengol durante esta legislatura, ha abierto un nuevo capítulo de discrepancias y desacuerdos entre las formaciones políticas del Pacte. El texto legislativo, aprobado el pasado martes, está siendo cuestionado con acritud por Podemos y por Més. El partido morado, según anunció ayer su portavoz parlamentario, Alberto Jarabo, reclama la anulación de un artículo que posibilita la legalización urbanística de los terrenos y las construcciones de Platja d'En Bossa (Eivissa), donde tiene intereses el Grupo Matutes. El diputado de Més per Mallorca, David Abril, también se desmarcó y reclamó explicaciones para evitar que este polémico artículo sea un «coladero».

Estas reticencias y críticas serán abordadas mañana en una reunión del Pacte para hallar una salida a un problema motivado por una enmienda que presentó el PSOE sin explicar su contenido. Més quiso abstenerse, aunque en la votación final votó en contra y Podemos no se enteró de nada hasta que el GOB advirtió de las consecuencias. Cabe reclamar más coherencia y coordinación al Pacte para evitar estos espectáculos.