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Desde que, en diciembre de 2017, Red Eléctrica de España descartó reparar el enlace submarino Mallorca-Menorca, todo el suministro eléctrico de nuestra Isla depende exclusivamente de la central térmica de Maó, gestionada por Endesa. La decisión de Red Eléctrica dejó sin red de seguridad a Menorca, con la central de Maó como única fuente de generación.

En octubre pasado más de 38.000 abonados sufrieron las consecuencias de la precariedad y el aislamiento energético de Menorca cuando un ‘cap de fibló’ derribó cinco torres de alta tensión y Red Eléctrica no logró restablecer el suministro hasta transcurridas 56 horas.

Pero para que la planta térmica de Maó pueda seguir funcionando a partir de enero de 2020 es preciso que cumpla la directiva de la UE. Ello implica unas obras que Endesa debe empezar en marzo para que estén terminadas en diciembre con el objetivo de refrigerar tres de los ocho generadores, lo que reducirá en un setenta por ciento la emisión de óxidos de nitrógeno. Pero aún falta aprobar los permisos y licencias de cuatro administraciones: Govern, Consell insular y los ayuntamientos de Maó y Es Castell. ¿Volveremos quedar a oscuras en Menorca?