TW

La encuesta de intención de voto para las elecciones generales del 28-A, elaborada por Metroscopia, incluye una advertencia que encierra la extrema dificultad para afinar los resultados finales: el nuevo escenario político estará ocupado por cinco formaciones de ámbito nacional. Este dato explica la complejidad e incertidumbre para estimar con precisión este resultado final.

Una ligera fluctuación en el voto de una formación puede repercutir de forma sustancial en las otras cuatro y en su asignación de escaños. No hay nada escrito ni decidido, porque si en 2016 el último escaño se dirimió en quince provincias por menos del uno por ciento del voto emitido en cada una de ella, el próximo domingo puede ocurrir en más de veinte circunscripciones. La aglomeración de cinco formaciones de ámbito nacional en una franja tan estrecha propicia una gran porosidad en la intención de voto. Los debates que se celebran hoy y mañana tendrán gran importancia para decantar el voto del electorado indeciso. Porque en una democracia parlamentaria no gobierna quien gana, sino quien logra articular una mayoría en el Congreso para ser investido presidente. Incertidumbre máxima ante un desenlace hoy desconocido.