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El desinterés del Gobierno de Pedro Sánchez por cuestiones de Balears ha merecido la reprobación de la mayoría del Parlament hasta en tres ocasiones. Más allá de las diferencias ideológicas, la Cámara autonómica ha expresado su reproche político por el desconocimiento o la negligencia con que han actuado varios ministros. Los vaivenes en torno al descuento de residente, el retraso en el pago de las ayudas por las inundaciones del 2018 en Mallorca y la anulación de 177 millones de la financiación autonómica son los tres temas que han suscitado la indignación de la mayoría de los diputados.

Se han sumado votos de la derecha y la izquierda para transmitir un malestar que ha dejado en minoría al Govern Armengol. El Ejecutivo ha quedado sin argumentos para defender a los ministros de Sánchez, cuyas sonrojantes decisiones eran torpedos financieros o amenazas de fraude en las bonificaciones en los desplazamientos. De forma excepcional, pero repetida en tres ocasiones, que pone de manifiesto la minoría del segundo Govern del Pacte, se ha hecho eco de comportamientos indignantes del Gobierno central. Los reproches, morales y políticos, han permitido levantar la voz desde Balears. Sobran motivos.