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La liquidación de los presupuestos del Ayuntamiento de Ciutadella del 2018, aprobada en el último pleno, ha aportado datos preocupantes y reveladores sobre la gestión municipal. En conjunto, abren numerosos interrogantes y plantean preguntas sobre la gestión presupuestaria. Al haberse aprobado fuera de plazo, el municipio de poniente carece de plazo para invertir el superávit del 2018, según advierte el portavoz del grupo municipal del PP, en la oposición, Antoni Juaneda.

Llama la atención que, de los 46,6 millones euros a que asciende el presupuesto del año pasado, 11,7 millones -o sea un 25 por ciento- no se haya gastado. Otro dato alarmante consiste en que el 2018 se invirtieron 4,5 millones de euros, o sea, sólo un 9,7 por ciento de los 46,6 millones del presupuesto municipal cuando Ciutadella presenta numerosas necesidades y demandas en equipamientos e infraestructuras. Cabe exigir explicaciones sobre los 14 millones de euros que Ciutadella tiene depositados en los bancos, y sobre la falta de eficacia y rigor en la gestión de unas cuentas públicas que han de atender las demandas de los ciudadanos y dar soluciones desde la administración más próxima.