Menorca -y Balears en conjunto- no son una excepción en la oleada creciente de contagios que registra España durante las últimas semanas. El portavoz del Comité de Enfermedades Infecciosas en las Islas, Javier Arranz, advierte sobre la posible aplicación de confinamientos selectivos para contener la expansión del virus.
Se anuncian nuevos picos, lo que evidencia que se está muy lejos de tener controlada la situación. El comportamiento despreocupado de parte de la ciudadanía está siendo determinante. El fin de la desescalada y su coincidencia con el período estival han propiciado la multiplicación de los contagios en Balears. Los encuentros multitudinarios y sin ningún tipo de protección han proliferado hasta que han sido perceptibles sus nefastas consecuencias.
La sensación de inmunidad frente al riesgo de la población más joven también ha incentivado estos comportamientos temerarios. La Covid-19 sólo se frena con el cumplimiento estricto de las normas básicas: mascarilla, distancia social y lavado de manos. En todo momento, sin excepciones. Lo peor está por llegar; malos augurios para unas Islas que ya ven imposible salvarse del naufragio económico.
