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La afirmación de Pablo Casado al dirigirse a Santiago Abascal fue lapidaria: «Hasta aquí hemos llegado». La pronunció en el debate de la estéril moción de censura contra Pedro Sánchez, pero el líder del PP aprovechó la ocasión para desmarcarse de Vox y romper con la derecha más radical. La negativa del PP a apoyar la moción ha transmitido su papel de única alternativa real a la izquierda en España con un mensaje de centrismo y moderación.

Consciente de que la moción estaba condenada al fracaso, y además se transformó en un boomerang contra Vox, Casado arremetió con dureza contra quien pretendía arrebatarle el papel de jefe de la oposición.

Aislar a Santiago Abascal es la primera etapa de una carrera en la que el PP aspira a recuperar buena parte del espacio político perdido en los últimos años. La decisión de Casado obliga al PP a articular un discurso propio, ajeno a la crispación de Vox. Arranca un nuevo momento político en España. El ofrecimiento del presidente Sánchez a renegociar la composición del Consejo General del Poder Judicial es el primer paso hacia otro modo de hacer política para alcanzar grandes acuerdos desde la voluntad de pacto.