Con un 15 por ciento de la población vacunada, aguardamos el arranque de la temporada turística en Menorca, y en el conjunto de Balears, sin estado de alarma, pero con toque de queda. El 7 de junio será una fecha clave, porque Gran Bretaña revisará el ‘semáforo’ que decidirá si se pone en verde para que España pase a ser un destino seguro para que los turistas de aquel país puedan venir sin tener que someterse a cuarentenas ni hacer tres PCR.
Las declaraciones del presidente de la Asociación Hotelera de Menorca, Luis Pablo Casals, aportan hoy realismo y sensatez, porque, si bien es cierto que se ha producido un aumento de reservas, proceden básicamente mercado nacional porque las de mercados extranjeros siguen estancadas y por debajo de los niveles previos a la pandemia. No es prudente generar expectativas basadas en previsiones que después no se llegan a cumplir porque después genera frustración y malestar. Y en hostelería rige un principio básico: todas las reservas se deben confirmar. En caso contrario, se transforman en cancelaciones. La temporada de este año apunta a julio y agosto con el turismo español. El resto son expectivas e incertidumbre.
