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La atípica temporada que ha entrado en su recta final arroja en Balears un dato relevante: el gasto de los visitantes entre enero y agosto se ha incrementado un 7,5 por ciento –164 euros diarios–, lo que confirma    que es posible una buena campaña sin aumentar los visitantes. También es cierto que el gasto turístico en Menorca es inferior a la media de las islas.

La explotación de nuestro atractivo turístico no puede sostenerse en el incremento progresivo de la oferta de alojamiento, sea hotelero o de alquiler vacacional. El gran reto consiste en mejorar la capacidad adquisitiva de quienes nos visitan, pero el aumento del gasto turístico exige una mayor calidad de todos los servicios. En caso contrario, las cifras de este año serán un episodio coyuntural. En este esfuerzo debe participar la iniciativa privada y también han de implicarse las administraciones. No cabe pretender que el turista pague más por venir a Menorca sin una buena oferta turística y unos servicios públicos eficaces. Garantizar la limpieza, la seguridad y el buen funcionamiento de la sanidad y la red viaria conducen a la excelencia. Hay que empezar a trabajar para asegurar la temporada de 2022.