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Apartir de mañana el uso de la mascarilla en la calle en España ya no será obligatorio, aunque se recomienda su uso en las grandes concentraciones. Los aforos en los eventos deportivos aumentan y se valora la recuperación de espectáculos y celebraciones tradicionales, mientras descienden los contagios. La mayoría de países europeos reduce las restricciones, a pesar de que en Alemania se contabilizan puntas de contagios preocupantes. La atención está centrada ahora en la presión hospitalaria y la ocupación de las unidades de cuidados intensivos. El escenario, dos años después de empezar la pandemia, se prevé muy diferente al de los últimos meses, cuyos efectos más dramáticos se han suavizado con la alta tasa de vacunación de España. El movimiento antivacunas está teniendo una mínima incidencia, al contrario que en otros países, cuyo último ejemplo es Canadá. Con todo, es innegable que las medidas impuestas para contener y controlar la pandemia han generado un hartazgo en amplias capas de la sociedad. La pesadilla de la covid va quedando poco a poco atrás en la mayoría de los países occidentales, pero queda por resolver el reto de frenarla en los países sin recursos, como advierte la Organización Mundial de la Salud. Es el momento de la solidaridad si se quiere abrir un espacio para la esperanza y el futuro.