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La presidenta del Consell, Susana Mora, afirmó el 15 de marzo, al presentar con los consellers Josep Juaneda y Cristina Gómez el ‘borrador definitivo’ del anteproyecto de Ley Menorca Reserva de Biosfera que «permitirá a Menorca contar con un instrumento normativo específico que facilite la reivindicación de nuestra declaración como Reserva de Biosfera y un modelo de desarrollo sostenible, acorde con esta figura». Debe articularse.

Este ‘borrador definitivo’ tenía que ser aprobado en el pleno extraordinario previsto para del 11 de abril, pero los desacuerdos entre Més, PSOE y Podemos han abierto un escenario de inestabilidad, reproches y desconfianzas mutuas que los menorquines observan con tanta preocupación como estupor.

Mañana acaba el plazo que los tres partidos se han dado para intentar salvar el pacto, con diez dimisiones en el aire. Exabruptos como el difundido por el diputado Josep Castells «molt de parlar de canvi climàtic i transició energètica, però davant una llei realment ambiciosa, us cagau a les calces; sou uns farsants» no ayudan a recuperar la serenidad y el entendimiento que necesita el gobierno del Consell. Más allá de las estrategias, aquí ha faltado madurez y sentido común.