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Un año más, el inicio de la temporada turística coge a los ayuntamientos con el pie cambiado al no haber puesto a punto las urbanizaciones y las zonas turísticas. Las deficiencias y asignaturas pendientes que denuncia PIME-Menorca en la encuesta que realiza desde el 2001 ponen de manifiesto que los responsables municipales no han hecho los deberes. «En líneas generales las evaluaciones de las urbanizaciones de la isla están muy por debajo de las recibidas en el último estudio realizado en 2019», denuncia la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa menorquina. Afirma que «la sensación general es que el inicio de la temporada turística parece haber sorprendido a las urbanizaciones». Las restricciones del 2020 y el 2021 por la pandemia redujeron la afluencia de visitantes y que «no se acometieran    algunas tareas básicas de mantenimiento y cuidado. Y ahora, dos años después, cuesta aún más su puesta a punto». Arranca la temporada de 2022, y de nuevo, hay carencias, falta de servicios, falta mantenimiento e infraestructuras, lo que provoca quejas y una negativa imagen de Menorca como destino turístico. ¿Cuándo actuarán los ayuntamientos con previsión, diligencia y eficacia?