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La economía de Balears entró en julio en una fase de desaceleración, según el informe del Cercle d’Economia de Mallorca. Los indicadores registraron una caída que se intensificará al concluir la temporada turística, lo que abre las puertas a un invierno complicado por el deterioro de la actividad y de las expectativas empresariales. La caída de la producción y del consumo propiciarán la caída del PIB regional.

La inflación, mucho más intensa y prolongada de lo previsto por el Gobierno y los analistas, incrementa los costes y merma la capacidad adquisitiva de los ciudadanos. El encarecimiento de la energía, el transporte y las materias primas ha repercutido en la cesta de la compra con aumentos en todos los productos.

El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jackson Hole, afirmó ayer que la prioridad debe ser combatir la inflación. Una batalla que -dijo- acarreará consecuencias desagradables para las familias y las empresas. Advirtió que rebajar los altos precios provocará «dolor» y reducirá el crecimiento. Hay que arbitrar medidas que den respuesta a las dificultades que se avecinan. Los Presupuestos del Govern para el 2023 y los Presupuestos Generales del Estado han de incluir recursos para aplicar políticas eficaces. Se imponen, pues, la responsabilidad, la gobernanza y el rigor a cualquier electoralismo.