El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció ayer el desbloqueo de la parte fiscal del Régimen Especial de Balears (REB), aprobado en febrero del 2019 por el Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos. Sánchez dijo que los Presupuestos Generales del Estado de 2023 incluirá estos incentivos fiscales, que cuantificó en 349 millones de euros. La bonificación de estos extracostes es una reivindicación histórica.
Hasta ahora, el Congreso de los Diputados, con los votos del PSOE y Podemos, había aplazado en 28 ocasiones la tramitación de las medidas fiscales. El PP logró que se tomaran en consideración en el Senado, con el voto en contra del PSOE, pero el Congreso no las había tramitado. Ahora hay que pasar de las palabras a los hechos, y de los anuncios a las realidades. Como señala la CAEB, será «una buena noticia, si se cumple» tras recordar que en estos últimos ocho años «hemos asistido a cuatro anuncios similares».
Llega el momento de concretar las medidas, en qué consisten las deducciones y a qué empresas beneficiarán, teniendo en cuenta que el déficit fiscal anual de Balears con el Estado es de 3.000 millones de euros. Los sobrecostes de insularidad, que lastran y restan, desde hace años, competitividad a la economía balear, han de desaparecer para producir y competir en igualdad de condiciones que en la Península.
