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El pasado mes de mayo, la Demarcación de Costas de Balears denegó la autorización para 498 amarres y fondeos de embarcaciones en el litoral de Sant Lluís. Capitanía Marítima exigió la redacción de un plan director para regular estos atraques, pero la alcaldesa Carol Marquès solicitó una prórroga, que obtuvo in extremis.

Ahora, este mismo gobierno local descarta redactar un plan municipal al considerar que la regulación ha de tener carácter insular. Un criterio compartido por otros alcaldes y también por el responsable de Costas en Menorca. El Ayuntamiento de Sant Lluís espera ‘salvar’ la temporada de este año con unos criterios de gestión que solucionen las deficiencias de seguridad advertidas por Capitanía Marítima.

Los alcaldes no pueden demorar la redacción de este plan insular, que interpela y debe implicar al Consell, como administración supramunicipal. Y no cabe esperar al traspaso de competencias de Costas al Govern, que se previsto formalizar en julio, después de las elecciones autonómicas, porque la actividad de atraques y fondeos se reanuda a partir de mayo. Es el momento de afrontar y solucionar la asignatura pendiente esta regulación insular.