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La modificación de la ley de libertad sexual, conocida como la de ‘solo sí es sí’, ha roto al Gobierno formado por PSOE y Unidas Podemos. La reforma presentada por los socialistas ha obtenido el voto a favor del PP, PNV y Ciudadanos, pero han votado en contra Unidas Podemos, ERC y EH Bildu. Los cambios introducidos pretenden frenar las reducciones de sentencias contra agresores sexuales, más de un centenar de los cuales ha salido de la cárcel gracias a la norma original que se propuso desde el Ministerio de Igualdad que lidera Irene Montero.

La iniciativa del PSOE persigue frenar la enorme presión social y mediática por los  ‘efectos indeseados’ de la esta ley,  mascarón de proa para Unidas Podemos como justificación de su presencia en el Gobierno de Pedro Sánchez. Todo en la reforma de la ley del ‘sí es sí’ ha estado condicionado por la inmediatez de las elecciones del 28-M, primer test para conocer los apoyos electorales de las formaciones políticas y esencial en el futuro de Unidas Podemos. No cabe esperar que este choque entre los dos grupos que integran el Gobierno tenga consecuencias políticas, porque todo lleva camino de acabar en fuegos de artificio y declaraciones melodramáticas. No habrá dimisiones. La dirección de Unidas Podemos se niega a reconocer su error, pero no actúa en consecuencia, lo que supone evidente incoherencia.