Supongo que cuando el alcalde Vicenç Tur se presentó en Madrid para hablar de movilidad y postularse por la "pacificación" de los centros urbanos no se llevó vídeos del casco histórico de Maó, por ejemplo de la calle Ses Moreres.
Supongo que mientras hablaba a favor de la citada "pacificación" (palabra que ha acabado sustituyendo a "restricción del tráfico", que a su vez sustituyó antes a la demonizada "peatonalización") no enseñó fotografías de la plaza Constitució atestada de vehículos aparcados.
Que la "pacificación" (¿estamos en guerra?) vaya lenta, que desde 2004 no se haga otra cosa que buscar excusas para eludir el verdadero meollo de la cuestión (que es el casco histórico), que la conexión puerto-ciudad no pase nunca de repetitivas declaraciones de intenciones... todo esto se puede llegar a digerir. Lo que solivianta es que encima el Consistorio se permita ir a exponer su experiencia al resto de la humanidad.
Cierto es que las recientes reformas de calles importantes han reducido la presencia de los coches en favor del peatón, cierto que se han habilitado carriles-bici sin demasiada aceptación aún, cierto es que los pasos de peatones elevados para llevar a los alumnos a algunos colegios van bien.
Pero para un Ayuntamiento que tiene un concejal en dedicación exclusiva, esto no es suficiente como para ir a dar lecciones.
Más bien debería recibirlas y, sobre todo, aplicarlas.
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