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La cárcel de Menorca prestará servicio a final de este año y está previsto que en junio finalicen las obras de construcción. Se aproxima por tanto el momento de atender otras prioridades, más relacionadas con su actividad. Una cuestión previa se refiere al impacto visual del muro de seguridad y a la necesidad de llevar a cabo algún tipo de actuación que mejore este aspecto. El centro penitenciario contará con una plantilla de 150 empleados. Esta generación de empleo despertó expectativas en la Isla y se vio una oportunidad de ocupación que de momento no se ha concretado.

Los aspirantes han de aprovechar el nuevo curso de formación para intentar obtener una plaza en la nueva convocatoria, aunque no será fácil puesto que la oferta se ha reducido por causa del ahorro presupuestario que aplica el Gobierno. Otra cuestión se refiere a los futuros internos.

Los familiares de presos en Palma, principalmente, se han interesado por los trámites que se han de realizar para su traslado a la Isla. La administración debe dar la información necesaria para que se consiga uno de los objetivos prioritarios, que siempre se ha defendido desde Pastoral Penitenciaria, el acercamiento de los presos a sus familias.