TW
0

Aquí, dándole al vicio de la tecla, he descubierto que tengo super poderes. Como lo lees, amigo lector. No soy el típico que de día es periodista y por la noche se enfunda unos calzoncillos rojos encima de una malla, dentro de una cabina de teléfono. No. Eso sólo pasa en las películas. Y en Nueva York, claro. Lo mío es más sutil. El típico poder que en mitad de una guerra no te sirve para nada, y sueles acabar espachurrado por un mina o con una bonita colección de agujeros de bala, pero para ligar mola lo suyo. Aunque reitero, lo de ligar se me da preocupantemente mal. Estaré pasado de moda...

A lo que iba. Mi habilidad especial es un poco liosa. Tampoco es la que normalmente se encuentra en el mercado a precio de saldo. No. Si me paro a pensarlo, amigo lector, no recuerdo haberme caído en ninguna marmita de pequeño, como cierto galo grandullón y bonachón, ni que me picara ningún insecto como a Spiderman. Lo único que sé es que un día, sin saber muy bien porqué, tenía entre mis manos una capacidad por la que muchos pagarían. Si pagan bien quizás la vendo. Ya se sabe, "un gran poder conlleva una gran responsabilidad", y a mi las responsabilidades me resultan un poco irresponsables y pesadas.

No negaré que, como todo súper héroe, me he aprovechado en algún momento de mis habilidades especiales para beneficio propio. Vamos, como un político. Pero a diferencia de ellos, yo lo reconozco. De todas formas sólo me he beneficiado por pequeñeces tan insignificantes, que dudo que tenga que desembolsar 3 millones de euros, aunque tenga muchos amigos, 511 según mi Facebook.

Ahora que caigo. Hemos llegado hasta aquí y todavía no te he dicho qué súper poder tengo. Suelto rayos por el culo. No, es broma. Con el tiempo me he dado cuenta de que soy capaz de hacer que tú leas hasta aquí, de que seas fiel a mi firma, fiel a mi estilo y aunque coincidamos o no, tengo el poder de atraparte con mis palabras. No quiero resultar pedante, que creo que significa que una persona se tira muchos pedos. Apuesto por la modestia. Pero a veces pienso en el poder que tengo y me da miedo no estar a la altura, de fallarte, amigo lector. Y ese es el verdadero terror de un súper héroe.

_______
dgelabertpetrus@gmail.com