Un viaje relámpago

Esta vez era Madrid, con sus millones de habitantes que se desplazan en metro, mientras cruzan sus miradas fugazmente. Enigmas siempre en marcha hacia alguna parte. Mentes en tránsito y vagones abarrotados en las horas punta. (Próxima estación: Gran Vía….Taca-tac, taca-tac, taca-tac… Ñiiiiiiiiic) Hola y adiós.

Exposición de obras impresionistas en la fundación MAPFRE. La cola dura una hora, pero miles de personas han pasado ya por allí. Cuadros excepcionales, que te hipnotizan con sus colores sabiamente plasmados sobre el lienzo. Nuestro cerebro interpreta unas manchas de colores y aparece la belleza de un paisaje, un bodegón, un retrato... Un grupo de pintores empezó a reflejar, sobre sus telas en blanco, una visión compartida. Diferente según cada artista. Irrepetible, única. Edouard Manet como animador de la "Escuela de Batignolles". Es cierto que muchas veces fueron incomprendidos y criticados. Pero nos legaron algo valiosísimo: frente a la misma realidad, las mismas cosas, y las escenas cotidianas y anodinas de siempre... una nueva mirada.

En el Centro de Exposiciones Arte Canal, Paseo de la Castellana, junto a las imponentes e inclinadas torres Kio (también llamadas Puerta de Europa), se puede visitar "Tesoros de las Culturas del Mundo". Piezas cedidas por el "Museo Británico" para la ocasión. Desde las primeras piedras talladas por el hombre, hace millones de años, hasta una reproducción de la piedra Rosseta: la inscripción trilingüe de un decreto egipcio del año 196 antes de Cristo, que permitió descifrar el lenguaje perdido de los jeroglíficos. Recorrido por todas las épocas y los cinco continentes. La emoción de sentirse parte de una misma historia.

Más tarde, en el "Ave-puerto", un tren te conduce hasta Córdoba en un par de horas. La mezquita que se transformó en catedral, con su patio de naranjos y sus fuentes de agua cristalina. Vestigios de las tres culturas: judaísmo, islamismo, cristianismo. La gitana que te lee la palma de la mano. Ve que eres inteligente, sensible, aunque algo cabezón y que te espera un gran futuro. (Siempre he admirado la gran capacidad de predicción que tiene esta gente).

Vuelta a Madrid. (Taca-tac, taca-tac, taca-tac... Ñiiiiiiiiiic). Imponentes edificios que simbolizan el poder petrificado. Parques maravillosos, amplias avenidas por donde pasear sin que te conozcan. Hacia el aeropuerto para regresar volando y preparar el próximo viaje. Otro viaje relámpago. No sabes lo que tardará, ni cuándo llegará, pero será sin duda otro súbito destello de luz en las tinieblas. Conseguirá rasgar de golpe, la siempre inevitable oscuridad de la rutina.