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Se han extendido los rumores y los comentarios sobre posibles casos de violaciones y de agresiones sexuales en la zona de Llevant, principalmente a través de la red. Es una cuestión especialmente delicada, en lo que afecta a posibles víctimas o lo que se refiere a supuestos autores. La proliferación de rumores a través de internet, a menudo con el anonimato de sus autores, no ayuda a esclarecer los hechos, sino que incluso puede dificultarlo, y puede fomentar un odio injustificado. Ha de respetarse el derecho a la opinión y a la manifestación de todas las personas que se sientan preocupadas por las agresiones sexuales y ha de pedirse a los responsables el máximo esfuerzo para resolver los casos. La mejor forma de colaborar con este objetivo es que se denuncien los casos, desde la discreción que merece el respeto a las víctimas, cuyo anonimato ha de estar garantizado también por los medios de comunicación. Es verdad que habrá mujeres que prefieran no denunciar un hecho para no revivir una situación traumática. Es comprensible. De todas formas, la colaboración con la Policía es imprescindible para conseguir la detención de los autores, porque es evidente que las autoridades no tienen intención de ocultar nada, excepto los datos de la investigación policial en marcha.