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La ilusión de todos es que el ViveMenorca juegue en la ACB, como se merece. Nadie podrá cuestionar el éxito deportivo conseguido. Sin embargo, jugar en la mejor liga europea también depende de la capacidad económica. ¿Cómo hay que pagar ese coste?

El Govern debe conceder al Menorca Bàsquet lo que le corresponda, con los mismos criterios que al resto de equipos del deporte profesional, entre ellos el fútbol. Ni más ni menos. Y el Govern debe reducir esas aportaciones de dinero público de la misma forma que recorta las subvenciones culturales, el gasto sanitario, los sueldos de los funcionarios o las prestaciones sociales.

Vivimos un momento histórico de cambio social, que obliga a controlar el gasto público. Para decidir por dónde hay que pasar la tijera debe atenderse también la rentabilidad de lo que se subvenciona. Para ello es necesario conocer el impacto económico del ViveMenorca y la diferencia entre jugar en una u otra categoría. Por otra parte, el club debe todavía alguna explicación sobre la gestión económica de la etapa anterior a Reynés.

Del dinero público se cuentan los céntimos. En cualquier caso, La decisión sobre el coste de jugar en ACB corresponde más a los socios que a la administración pública.