TW
0

El Gobierno ha decidido rebajar la categoría del turismo en su estructura política y ha devaluado la Secretaría de Estado de Turismo, que ocupa Joan Mesquida, al convertirla en una secretaría general. Esta decisión se produce justo un año después del Consejo de Ministros monográfico de Turismo, celebrado en Palma, que ahora se entiende como una pose para una foto, con un listado de promesas incumplidas. El argumento del Gobierno de que reforma la estructura política para reducir el déficit y aplicar criterios de austeridad en este caso no tiene sentido, a no ser el de demostrar la ineficacia de esta administración para plantear medidas que permitan superar la recesión. El mensaje que se transmite a la sociedad es que el turismo no es prioritario. ¿Por qué no se aplica la misma devaluación en otros departamentos? Además, hay que invertir y no reducir en aquellas áreas que son fundamentales para la economía productiva y el turismo lo es. La decisión del Gobierno parece evidenciar también que Balears y su presidente Antich tienen poca fuerza en Madrid, ya que éste nunca habría apoyado la devaluación del departamento turístico. La queja unánime de los empresarios merece una rectificación.