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La feria de Londres comenzará a marcar esta semana las primeras expectativas para la próxima temporada. A la primera cita del mercado turístico Menorca acude con una idea novedosa, la promoción de la oferta cultural e histórica que une el pasado de la Isla con el pueblo británico y que conserva monumentos, tradiciones y signos en diversos ámbitos de la vida menorquina. Una treintena de elementos patrimoniales resumen ese legado del siglo más agitado de la historia de la Isla y conectan el ayer con el hoy para convertirse en motivo de acercamiento a este destino y valioso complemento a sus condiciones de playa y naturaleza.

La idea, sugerida ya hace algunos años, empieza a tomar cuerpo justo cuando se cumplen 300 años de presencia británica en la Isla e iniciativas como la rehabilitación de la Illa del Rei convergen en el recuerdo de esa misma efeméride. Es probable que la Red Menorca Británica genere por sí misma un tipo de turismo e incluso que tenga un efecto de prolongación de la temporada, pero sobre todo constituye una útil herramienta para recuperar el mercado que siempre gozó del liderazgo en Menorca y que en la última década ha presentado preocupantes cifras y síntomas de retroceso.