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Sant Lluís vio ayer conseguida una reivindicación histórica que se remonta a la década de los 90: contar con un geriátrico para dar respuesta a las necesidades asistenciales de la población mayor de 65 años. El camino recorrido para hacer realidad este proyecto ha sido demasiado largo y ha tenido que sortear no pocas dificultades, pero el resultado exhibido durante la inau­guración oficial de unas instalaciones punteras en Balears compensa en parte la espera. Prueba de ello es la satisfacción generalizada que se respira en el pueblo y en los distintos niveles de la Administración que han contribuido a financiar las obras. El único pero es la incógnita de si se podrá dar respuesta a la petición municipal de poder contar con 26 plazas más para el próximo año.

La puesta en marcha de este centro refuerza además la red de servicios de carácter asistencial en Menorca, que en un contexto de crisis económica como el actual es prioritario, y más si hablamos de un segmento de población creciente y muy vulnerable a los recortes presupuestarios o a cualquier aumento del índice del coste de la vida. De momento, la oferta es únicamente pública. Por ello es recomendable facilitar la implantación de iniciativas privadas allí donde surgen, como es el caso de Villa Luisa en Maó.