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Es muy difícil que un presidente autonómico reconozca que mantener su puesto y el de su gobierno, es actualmente una cuestión que tarde o temprano (mejor que sea temprano) se tendrá que debatir, como se está haciendo ahora con las pensiones.

España tiene 17 autonomías, con su gobierno correspondiente, 17 televisiones autonómica, etc., etc. Demasiadas cosas gastosas multiplicadas por 17, como si fuéramos los nuevos ricos de Europa, siendo nuestra realidad más cercana a ser los nuevos pobres de Europa.

Fíjense sólo en el siguiente detalle: la semana pasada escuchaba en un canal de TV que en España tenemos un parque de 20.000 coches oficiales, qué barbaridad. Pero además, una parte importante de esos coches no crean ustedes que son cualquier cosa, son cochazos de altísima gama, con un chófer adosado.

¡Y hala! A predicar recortes sociales a tutiplén. Y qué me dicen de lo que venía publicado en el "ABC" el viernes 17 de diciembre de 2010: en la portada un titular demoledor, que causa vergüenza ajena leerlo "los parlamentarios blindan sus pensiones y recortan las de los demás". En los tiempos que corremos, a poco que uno tenga dos dedos de frente, eso es un descrédito hacia la clase política y un asombro para la ciudadanía. Y con ser esto tan negativo en el momento actual, lo más gordo venía en el interior, en la página 38, donde leí que un diputado o un senador, por haber cotizado en esos menesteres de ocupar el cargo 7 años, ya tienen derecho a cobrar el 80% de la pensión. Con 10 años cotizados, pueden percibir el 90% y con 12 años cotizados, el 100%. ¡Ole!... ¡ole!... ¡y ole! No me extraña que se den de codazos y de patadas en las espinillas para conseguir estar en este exclusivo país de las maravillas que sea han ido forjando sufragándolo todo con los dineros de la ciudadanía.

Pero lo que acabo de decir sería incompleto si no hiciéramos una reflexión sobre lo que le pasa al resto de los trabajadores: para cobrar el 50%, se tiene que haber cotizado un mínimo de 15 años. Para cobrar el 80% que cobra una de nuestras señorías con 7 años cotizados, un trabajador asalariado tiene que haber cotizado 25 años. Y para cobrar el 100%, 35 años y tener además los 65 cumplidos.

Sólo a manera de comentario, para darnos cuenta de que esas no son las únicas incongruencias, (¿se puede decir injusticias?), ruego detengan unos instantes su atención en el siguiente ejemplo: un trabajador que tenga cotizados 35 años y tenga 65 de edad, como les anunciaba antes se puede jubilar hoy mismo con el 100%. Pero fíjense qué curioso y qué injusto que un trabajador que tenga cotizado más de 45 años, si sólo tiene 61 años de edad y se jubila, le restarán entre un 6% y un 8 % por cada año que le falte hasta los 65, es decir, más de un 20%. Lo que significa que con más de 45 años cotizados, si se jubila con 61 años de edad, percibirá un 80%, exactamente lo que percibe un diputado o senador por haber cotizado 7 años. ¿Te das cuen?, que diría el otro. ¿A que es maravilloso? Eso sí que es predicar con el ejemplo. ¡Sí señor! Como la señora Cospedal, con varios sueldos y más de 40 millones de pesetas al año. Así da gusto que digan los políticos a los demás que estamos en crisis sin sufrir ellos el dilema diario de esos 5 millones de trabajadores que andan por ahí buscando trabajo sin encontrarlo, cada uno con su historia, cada uno con su drama. Como me decía el otro día un albañil en paro que ya no cobra del INEM: ¡Crisis!, ¿me habla usted de crisis? Otra cosa no, pero crisis llevo con ella toda mi vida, trabajado, mal pagado y ahora sin trabajo. Fíjese, el otro día estuve en una fábrica a pedir currele y van y me hacen una entrevista un repeinao sentao en una butacona me dijo: ¿Qué tal anda usted de cuentas? Pues así, así. ¿Y de raíz cuadrada? ¡Ah!, le dije, cuidao, de eso sí. Raíces las tengo sacás cuadradas, redondeadas, alargadas, de chopo, de encina, de mata y de viña. Anda que no he sacado yo raíces. Mire, una viña yo solito con mi azada, lo que se dice una viña entera, para que usted entienda. Si es por raíces, pierda usted cuidao. Y va el tontolaba, me alarga el brazo y el dedo para señalarme la puerta, diciéndome ¡a la puta calle! Pero es que hoy, sin ir más lejos, en otra empresa, y van ya la tira, me han dicho que como tengo 54 años, que estoy mayor, vamos, que así de viejos ya no cogen.

Qué triste, mientras, sus señorías, según decía el "ABC", se han asegurado la jubilación blindando sus pensiones.

¿Cómo pueden los trabajadores que no están encuadrados como señorías asumir los recortes que se nos anuncian de todo tipo?, ¿qué clase de ejemplo es este que dan los políticos?

Me viene a la memoria aquello del corralito argentino con el pueblo pasándolas de "a kilo" mientras los políticos argentinos tenían unos sueldazos escandalosos.

Por estas y otras cosas, no me extraña que los políticos sean uno de los más molestos dolores de cabeza que aflige a la ciudadanía.