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Ignoro sobre qué ignorancias o dudas presidenciales asesora el numeroso equipo de asesores al señor Zapatero. ¿Le han aconsejado acaso ahora esa inoportuna tontuna de decir que tiene ya la decisión tomada de si va a presentarse o no a las próximas elecciones legislativas? Añadiendo esa ridiculez especulativa de decir que la respuesta sólo la conoce su señora y un socialista. ¡Pero hombre de Dios! Ya son ganas, con la que está cayendo, estar a estas alturas de la película jugando a las adivinanzas. Y añadiendo una innecesaria incertidumbre nacional más de las que ya tenemos, cuando precisamente sobre este tema, el presidente rogaba hace unos días que no se hicieran especulaciones, viniendo a decir que lo que tocaba ahora era trabajar contra la crisis.

De la incontinencia verbal de Zapatero, no parece que haya equipo de asesores que le libre. No es la primera vez que dice lo que más le habría valido haberse callado.

Eso de venir ahora a decirnos que tiene la decisión tomada de intentar sucederse a si mismo o dejar a otro que bregue con el panorama que le aflige a él y a buena parte de los 47 millones de paisanos, ni es un asunto baladí ni tampoco por eso un drama, pero tiene de inmediato algunos efectos que el presidente debería haber intuido por previsibles. Por ejemplo cuando su Majestad el Rey le eche la vista encima, ya me lo estoy imaginando: "¡Oye José Luis!, que tu mujer lo sepa pase, que lo sepa un solo socialista…bueno, pase también, pero que en semejante compromiso el Rey esté en Babia, mal… muy mal". Eso o algo parecido podría decirle su Majestad, aunque después de aquel "porque no te callas" quizá el Rey tenga a bien ser discreto, o como le asistía la razón cuando se lo soltó a Hugo Chávez, con más justo menester se lo suelte ahora a Zapatero.

Si no fuera ya todo un despropósito, va el presidente, y puesto ya en harina, nos acaba de vaticinar cinco años de "vacas flacas". Y uno piensa…cinco años…más los dos, acaso tres que llevamos… ¡oiga!, como aquel otro José bíblico que aviso al faraón de siete años de vacas escuálidas. A buenas horas se entera el señor presidente de la crisis.

Con los mimbres que tenemos es fácil hacer el cesto de cinco años por venir de vacas flacas. Recuerdo que hace dos años atrás, servidor no tenía ningún mimbre, y vaticinó 10 añitos de penuria económica… ¡ah!, y sin asesores.

También son ganas las de este hombre las de venir ahora a crear un morbo gratuito, además de a todas luces inoportuno e innecesario, con un mal ambiente entre su propio partido. Me recuerdo de cuando el señor Gallardón, estando por allí la plana mayor del PP, dirigiéndose a la señora Botella, a la sazón señora del señor Aznar, "por lo que tú ya sabes", le dijo. Nadie parecía saber qué cosa era esa que la señora Botella sabía. Luego, el tiempo nos resolvió el enigma, se iba a meter en políticas municipales de altos vuelos (aquí quizá sí podríamos decir) como no podía ser de otra manera. Entre algunos dirigentes del PP surgió lógicamente la curiosidad. ¿Va a ocupar el puesto de Gallardón como alcaldesa de Madrid? Qué será, qué no será… Y ahora este hombre, siendo presidente del gobierno, se nos pone a que juguemos a las adivinanzas, para el caso además dobles: una sería saber si sigue o lo deja y la otra, que también tiene su aquel, es saber quién, entre todos los socialistas, es el único que merece el alto honor de ser depositario de semejante confidencia. No me digan que no es como para estar en un sin vivir, "un culebrón", pero éste de la vida misma, que tiene al país en ascuas. Pero…déjenme que vuelva atrás unos renglones, sí…sí, justo en los aledaños de la Zarzuela, fíjense si va Zapatero, un suponer, y no se lo cuenta al Rey. Ustedes se imaginan si la Reina le dice: "cuéntame…cuéntame Juanito, que estoy sin estar en mí". Hija, no me ha dicho esta boca es mía. Es que no lo quiero ni pensar. ¡Ah! Y otra cosa. Si Zapatero no se presenta a las próximas elecciones generales, supongo que no hará como hizo Aznar con Rajoy. Me quiero imaginar que habrá primarias y que será el partido quien decida quien le sucede. Porque sólo faltaría que después de haber puesto a Aznar de chúpame dómine, vayamos con lo del dedazo a tener un imitador.

En mayo de 2011, después de las municipales, Zapatero debería de o matar a la perdiz, o dejarla en libertad que vaya volando, pero sobre todo dejar de marearla. De momento ha perdido las elecciones en Cataluña. Ya les anticipé que aquello no venía solo, si no como las cerezas, acollaradas, emparejadas, y a lo de Cataluña habría que sumar las elecciones generales. Creo que me asiste la razón por cuanto además, según parece, también podría perder el feudo andaluz. En estos momentos, ni las peonadas subvencionadas le están amargando el futuro al señor Arenas, don Javier, hombre éste de largas paciencias, años lleva esperando.

Bueno, y sobre el señor Rajoy, don Mariano, ya ven ustedes que cosas hace la política: hace solo unos meses, cuando el "prieta las filas" de Valencia, se le vaticinaba un futuro político más negro que los cataplines de un grillo. Zapatero y su corte de asesores, por aquellas fechas andaban buscando en los diccionarios el significado de la palabra crisis. Se decían los unos a los otros: vamos a ver qué cosa es. Ahora ya lo saben, aunque los diccionarios no nos lo cuenten así. La crisis inexistente de Zapatero y sus asesores, ha terminado siendo lo que ha reciclado a Rajoy en Ave Fénix monclovita y es posible augurar un futuro socialista afincados en el desierto para Dios sabe cuanto.