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El dique de Son Blanc estará operativo a principios de mayo y la ordenación del puerto actual, antes de Sant Joan. Son las últimas previsiones de Ports, anunciadas en la visita del conseller de Obras Públicas, Jaume Carbonero. La ejecución del proyecto del dique no ha sido sencilla, con espectaculares incrementos de coste, varias demoras, modificaciones de lo planificado, carencias e improvisaciones. Sin embargo, ahora se enfila la recta final y es importante evitar las sorpresas. Ojalá se cumplan los planes de Ports, aunque parece precipitado encajar la salida de los barcos que cubren las líneas regulares del interior del puerto y en poco más de un mes disponer de los pantalanes para el amarre de embarcaciones en esa zona. Además falta el acceso al dique y concluir la estación marítima, aunque Carbonero asegura que no estará terminada pero sí operativa. A pesar de las dudas que genera esta planificación, ha de valorarse el esfuerzo para que el dique y el puerto interior presten servicio desde el inicio de la temporada turística. Esa prioridad no es anecdótica. La economía de Ciutadella y del conjunto de la Isla necesita que esta nueva infraestructura esté operativa lo antes posible. El mérito será conseguirlo.