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Mi repentina dimisión a pocos meses de las elecciones municipales de mayo de 2011 sin una explicación pública, ha provocado que ésta haya sido interpretada en algunos casos en clave política. Esta situación, que provoca en mí un sentimiento como de "haber salido de casa y no haber cerrado la puerta", me lleva hoy a escribir estas líneas.

La renuncia a todos mis cargos a tan poco tiempo de agotar la Legislatura puede parecer extraña, pero el tiempo es a veces muy relativo. Para mí, seguir en el Ayuntamiento cinco meses más significaba aceptar cada día un "todo vale" al cual no estaba dispuesta. Ciertamente, ésta hubiera sido la opción más fácil, escogí la más difícil y la más dolorosa, con todas las consecuencias. No creo que se me pueda tachar de cobarde por ello.

El motivo de mi renuncia ha sido el proceder del máximo responsable del equipo de gobierno, el alcalde. La falta de comunicación hacia su propio equipo de gobierno nos llevó el último año a una casi nula gestión política conjunta. Esta situación fue derivando en una imposibilidad de poder participar en las decisiones sobre asuntos públicos, tanto simples como de trascendencia, que afectan a la vida de los ciudadanos de Es Migjorn. Ha habido por su parte, falta de transparencia en la gestión diaria, pero principalmente en el área de Urbanismo, de la cual él es el último y máximo responsable, y que acabó sembrando mi desconfianza en él.

En mi caso, y a pesar de ser primera teniente de alcalde, se me ha negado en ocasiones información de carácter urbanístico argumentando razones de reglamento orgánico interno de funcionamiento según el cual esta información no era necesaria para el desarrollo de las funciones de mis dos áreas de gestión, Deportes y Turismo. Esta decisión no fue en ningún caso tomada por los propios servicios técnicos municipales, los cuales siempre actuaron de forma correcta, sino "bajo órdenes" superiores. Dudo que esta situación se pueda dar en cualquier otro ayuntamiento.

El tiempo que he formado parte del equipo de gobierno he luchado y trabajado día a día con ilusión para cumplir escrupulosamente con las funciones derivadas de mis áreas de gestión y con el compromiso electoral. Pero la imposibilidad actual de llevar a cabo una buena gestión política me llevó el día 18 de enero de 2011, en un acto que yo considero "de responsabilidad política", a dar un giro a mi vida; de otro modo acabaría siendo cómplice de las mentiras en las que nos hemos visto envueltos en demasiadas ocasiones los ciudadanos, la oposición y el propio equipo de gobierno , por parte de la persona que debía dar ejemplo de lealtad hacia su pueblo, nuestro alcalde. Prometió en su programa electoral tratar a todos los ciudadanos por igual, y ha faltado a su palabra. Es una cuestión de "decencia democrática"

Espero que mi renuncia no haya sido "gratuita". El Sr. Andreu Moll Huguet, como alcalde de Es Migjorn, ha perjudicado torpemente el nombre de PP Migjorn y espero también que en los meses que restan de Legislatura sea capaz de ponerlo de nuevo en el lugar que le corresponde, tanto por el compromiso adquirido en 2007 con nuestros votantes como para que Gemma Fernández pueda presentarse a las Elecciones como se merece.