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El Govern acordó ayer una medida necesaria y de carácter extraordinario, que representa un gran alivio para Quesería Menorquina. Los departamentos de Trabajo y de Agricultura, que dirigen los menorquines Joana Barceló y Albert Moragues, anticipan 1 millón de euros, la mitad cada uno, reintegrable en 8 meses, sin intereses. Con ese dinero se podrán atender facturas de los productores de cuajada y de otros proveedores, lo que ha de permitir que la fábrica vuelva a producir y evitar que siga en caída libre. La prioridad es que la industria atienda a sus clientes, mientras se espera la presentación del concurso de acreedores y la gestión por parte de un administrador judicial. El préstamo del Govern también será una ayuda para los trabajadores, lo que se añade al compromiso del Fondo de Garantía Salarial de asegurar el pago de las nóminas que no sean abonadas por Nueva Rumasa. El apoyo del Govern era imprescindible ante la crítica situación de la empresa. De todas formas, se trata de una ayuda de transición, ante el objetivo final de asegurar el futuro de la fábrica con otra gestión más eficaz y comprometida con la Isla. En esta línea están los directivos locales de la empresa, los trabajadores, el Govern y el Consell. Ese esfuerzo común ha de dar resultado.