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La Fiscalía Anticorrupción actuó ayer en Ciutadella con métodos muy similares a los que ha exhibido en Mallorca en los numerosos casos de corrupción. El desplazamiento del fiscal y un grupo de agentes desde la capital, la detención de los tres excargos públicos y un empresario, incluso antes de los registros, su incomunicación en los calabozos de la Policía Local han causado una fuerte impresión en la sociedad insular. La contundencia de la acción por parte de la Fiscalía Anticorrupción puede estar justificada si se obtienen nuevas pruebas determinantes para el caso, aunque de entrada puede parecer excesiva y quizás innecesaria. La tramitación de las diligencias por parte del Juzgado número 2 de Ciutadella a raíz de la denuncia de UPCM se desarrolla con diligencia. Los tres expolíticos habían recibido en febrero la documentación de la querella y estaban a la espera de ser citados a declarar. De todas formas, hay que esperar a que se conozca la acusación de la Fiscalía para poder valorar la proporcionalidad y eficacia de su intervención de ayer.
Ahora está en manos de la Justicia resolver uno de los casos de presunta corrupción en el equipo de gobierno del PP-PMQ del que formaban parte los expolíticos detenidos.