La crisis no es igual para todos

No son tampoco por eso escasos los ejemplos de desigualdades en aquellos asuntos donde la ley nos garantiza la igualdad, incluso en algo tan sensible como la aplicación de la justicia encontramos abundantes ejemplos de profundas desigualdades en su aplicación. Pues si eso es así, ni les cuento en esas miserias que nos traen a mal traer de la crisis. Aquí sí que se dan diferencias abismales, pues mientras algunos ejecutivos de determinadas organizaciones se permiten sin pudor, posiblemente sin ética y bastante escasos de vergüenza, jubilaciones de millones de euros, mientras algunos dirigentes políticos siguen como si aquí no hubiera crisis, con su corte de asesores, que ya me gustaría saber a mí en qué les asesoran pues viendo los resultados, más en razón sería decir que les desasesoran; mientras ellos siguen como si su despacho y su poltrona fueran apéndices de su propia idiosincrasia mientras a final de mes les cae el cheque millonario; mientras para justificar que existen siguen gastando a tutiplén; mientras viajan por el mundo en viajes no siempre necesarios, pero eso sí, en buenos hoteles y mejores restaurantes, todo a cuenta del contribuyente; mientras siguen, incluso, yendo a la peluquería (como una… digamos política, que yo y algunos de ustedes saben) con chófer, coche oficial y guardaespaldas, mientras algunos políticos y políticas hace unos días (porque ya la fecha de la campaña electoral se lo prohíbe) inauguraban dos o tres obras en el mismo día, incluso hospitales a los que le faltan tres plantas por terminar o aeropuertos sin aviones, mientras siguen sin inmutarse, acogidos a unas jubilaciones de aquí te espero por el hecho de haber estado en lo suyo durante dos legislaturas (8 años); mientras estas y otras sin razones siguen existiendo como si lo que no existiera fuera la crisis, cerca de 5 millones de trabajadores/as van y vienen con un fajo de currículums bajo el brazo y el desánimo diario en el alma que incluso les anula la capacidad de protestar y la dignidad de no conformarse "porque eso es lo que hay". Me pregunto si un día de estos va, un suponer, y aparece un líder que aglutina, agavilla en un partido político a cinco millones de afiliados sin trabajo, si las cosas iban o no iban a cambiar en el oscuro horizonte de los trabajadores.