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Aún quedan 32 días. En el momento de escribir esto es martes por la mañana. Han pasado 48 horas y aún no me he recuperado de la imagen de Bauzà y Tadeo limpiando una playa con la camiseta azul ajustada por encima de un atuendo "arreglao pero informal" de domingo por la mañana, con el cuello del polo o camisa saliéndole por encima de la "t-shirt". La pasión por la fotografía debe tener sus límites si no se quiere generar un efecto perverso contrario al pretendido. Hasta ahora, en la precampaña el PP peca de abstracto y de prometer un "más con menos" que se antoja algo utópico, mientras que el PSOE combina una imaginación desbordada (ojo con el "aquabus") con promesas antiguas (muchas) y propósitos algo chirriantes, como la repentina obsesión por el Camí de Cavalls. Los partidos menores irrumpen con demasiada agresividad verbal y excesos de ironía. Es lógico, quieren llamar la atención, pero deben saber medirse, no pasarse. El PSM se desmarca, busca el espacio como Messi, hábil, sabiendo que siempre llega el pase de Xavi en forma de puñado de votos asegurado si no se hacen tonterías. Usted, lector del "Menorca", sepa que la decencia periodística le ha ahorrado tener que leer una parte significativa del infantiloide intercambio de golpes PSOE-PP, el clásico tufo del "y tu más".
Y aún quedan 32 días.