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No me ha sorprendido que el PSM en sus propuestas de campaña para el Ayuntamiento de Maó manifieste su intención de "revitalizar el puerto", habida cuenta que Tófol Mus Reynés figura en dicha lista electoral como número dos de la misma y conozco, sobradamente, que una de sus "debilidades" ha sido, es y será, "es port de Maó", "debilidad" que ambos compartimos, porque tanto él como yo lo consideramos excepcional, único; sin embargo me temo que dicho propósito llegue con retraso porque, entre los unos y los otros, el puerto mahonés ha perdido parte importante de la esenciaque le confería su singularidad.

Primero fue la ampliación de la central de GESA des Cós Nou, ubicación que constituyó el primer "sacrilegio" y a la que tanto él como yo nos opusimos. En realidad en el plenario en que se debatió dicha ampliación solo hubo cuatro votos negativos, los dos de la Entesa de l'Esquerra de Menorca (PSM-EU) y los otros dos del CDS, los primeros refrendados por Tófol Mus y el siempre recordado Gabriel Villalonga Sintes, y los segundos por Salvador Botella y Joan J. Quetglas, yo mismo, mientras que la "escuadra" dirigida por Borja Carreras Moysi (PSOE) y la de AP, comandada por Antonio Pons Villalonga votaron afirmativamente. Luego, tras este primer lance, ha habido otras actuaciones para mí desafortunadas, siendo la culminación de todas ellas la instalación del muelle de descarga de combustible en la Estación Naval. La urgencia del cierre y del traslado de la factoría de Cala Figuera no condicionaba en modo alguno el punto elegido para dicha reimplantación, pero así se hizo y ahí está … ¿Inamovible?. El tiempo y la voluntad política de unos y otros lo dirá.Además del puerto de Maó, "el mejor puerto del Mediterráneo", según la histórica frase pronunciada por el almirante genovés Andrea Doria, nos olvidamos de algo fundamental, la dificultad que su entrada entraña cuando las condiciones climatológicas no son favorables dada su poca anchura y que obliga a cualquier buque, sobre todo a los de "obra muerta" más que sustancial, a entrar, no ya a toda pastilla, sino a una velocidad superior a la permitida para evitar con ello consecuencias negativas … si se entra pausadamente. Dichas consecuencia van en contra del propio buque, si lo hace con velocidad superior a la permitida, a las embarcaciones amarradas en los muelles o pantalanes, así como a las calas, sobre todo de "s'altra banda", por los efectos que la marea provoca. Yo mismo he visto al "Ciudad de Valencia", "galopando" sobre la Punta de Sant Felipet, con las consecuencias que su "embarrancament" provocó y también recuerdo cuando los trasatlánticos rusos, en los años que los cruceros soviéticos recalaban en nuestro puerto, que desistían de entrar si los condiciones no eran las adecuadas. Mi amigo Pau Petrus, compañero en Trasmediterránea, puede ofrecer una más amplia información al respeto porque cuidaba de esta parcela. Los capitanes rusos sabían que ante cualquier incidente que se produjera, tenían asegurada una estancia, más o menos larga, en Siberia.

Me refiero a esta realidad porque hoy cuando los cruceros no son barcos al estilo tradicional, sino "hoteles flotantes", definición aportada por Arturo Pérez Reverte, Maó, su puerto, no está entre los más "aconsejables", aunque no ignoro que existen alternativas viables para que la entrada en puerto sea relativamente practicable en situaciones adversas; los actuales remolcadores son mucho más eficaces que los de antaño pero me temo que como "puerto base de cruceros", el nuestro esté condenado a los trasatlánticos de "medio trapo", cuyo número es cada vez menor, ya que todo este tinglado gira en torno a la rentabilidad, sin olvidarnos de que el peaje exigido es ya de por si altísimo, a tenor de las declaraciones, casi diarias, de los armadores cuyas compañías siguen operando en nuestro puerto.

No quiero pecar de pesimista, no lo soy, pero las cosas son como son; la realidad es ésta, no otra, sin olvidar que no existe un muelle de atraque para dichos "mastodontes"; no ha habido, ni creo que haya, voluntad política para construir un pantalán exigible y recomendable para un cómodo atraque de trasatlánticos.

Que el PSM quiera revitalizar es "port de Maó", me parece fenomenal, intuyo y leo que todos los partidos incluyen dicho propósito en sus propuestas electorales, pero como puerto me temo que hemos llegado tarde, demasiado tarde.

Quizás lo que pretendan sea el devolverle aquella pátina idílica de antaño pero también en este aspecto el retraso es evidente, basta observar los chalés -auténticas mansiones algunos de ellos- edificados últimamente a "s'altra banda", Sant Antoni, Cala Llonga y demás zonas, son ejemplo de cuanto digo y sirve para corroborar dicha realidad … la estética es algo muy personal, e incluso respetable, pero para mí, algunos "cajones" por muy cómodos que puedan ser y con firma de acreditada solvencia, no me gustan porque rompen el estilo peculiar que aquellas "casetas", recordadas por todos, conferían a la ribera norte de nuestro puerto.

Me temo, como dije en un anterior "obús", que el magnífico puerto de Maó, entre los unos y los otros, haya quedado desfasado y con pocas alternativas de mejora, porque las necesarias exigen un desembolso importante y un ir contra corriente que ningún Partido, de los que mandan, querrá asumir.

Pese a ello, a quienes pretendan mejorar su capacidad y su imagen para que recupere su personalidad y mejore su operatividad, les deseo "sort i ventura".