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Hay personas adscritas al librepensamiento que defienden que todas las culturas forzadas son por principio cortapisas para la libertad de las personas. Se afirma que toda imposición cultural es por definición un intento de anular la libertad humana desde su mismo nacimiento al inducir forzosamente a ese ser humano a formar parte de las características de un grupo social al que posiblemente el nacido no hubiese dado su aprobación de haber podido elegir otras opciones culturales. Esas corrientes de pensamiento defienden efectivamente que cualquier norma, es decir cualquier conducta cultural impuesta, coarta la libertad de ese ser humano nacido libre.

La libertad de enseñanza se basa en este principio: en el de poder elegir las formas culturales a las cuales uno quiere pertenecer. Actualmente en nuestra tierra esa libertad está plenamente obstruida por las influencias nacionalistas en la enseñanza pública y concertada que, seccionando las libertades más elementales, impiden aquella elección al forzar a todos los jóvenes de nuestra comunidad a pertenecer a un determinado batallón cultural limitado como si ello fuese garantía de formación y paradigma de la felicidad suprema.

El denominado "efecto rebaño" ("the herd effect") más allá de algunas otras acepciones científicas particulares, es un fenómeno psicológico en el que la mayoría de un grupo de personas hacen algo, no por convicción propia, sino principalmente debido a que las otras personas de su círculo social o ciudadano también lo están haciendo. Es una tendencia profundamente arraigada en los humanos que nos hace comportarnos de un modo casi siempre afín al modo en que se comporta la mayoría. Esta tendencia sirve para contagiar a las personas de un determinado círculo para aligerar y alinear sus creencias y sus comportamientos con los de todo ese grupo determinado. Es lo que crea la conocida "mentalidad de rebaño". Es el comportamiento gremial humano inducido no por la naturaleza sino por la política social.

En efecto, en política el efecto contagio puede inducir a los ciudadanos a votar a una determinada persona que parezca tener el mayor apoyo popular simplemente por querer formar parte de esa mayoría. No importa que desconozcan las ofertas del candidato en cuestión, eso no importa, pero sí importa el estar con el grupo mayoritario. Es efectivamente una especie de efecto gremial humano que agrupa a la gente en torno a la idea (proyecto) que goza de mayor prestigio. Es un escudo contra el miedo a la libertad de discrepar, de criticar, que es el preámbulo al miedo a la diferencia que conlleva inevitablemente a la soledad. (¿A una rica soledad?).

A menudo esta mayor influencia de la opción mayoritaria puede estar basada simplemente en una mayor efectividad publicitaria o en las simples apariencias. Las apariencias suelen dominar casi todo el quehacer humano y crean los esquemas y los estereotipos de lo que en inglés se denomina como el "establishment".

Este comportamiento del efecto rebaño es visible en Menorca. No solo en la citada parcela educativa sino también por las opiniones que muestra una considerable parte de menorquines que parecen estar todas ellas talladas con las mismas herramientas (¿producto de aquella educación?) , es decir asumiendo muchos de ellos las mismas opiniones sobre los más diversos asuntos sin que , la mayoría, tengan un conocimiento exhaustivo de los mismos más allá de la moda gremial impuesta. Es el signo de los tiempos. Es la influencia de las apariencias. Es el tiempo de la influencia consentida. Es la educación y la opinión unidireccional. (¿Marcuse?).

Cuestiones como la superioridad de un lengua sobre otra, la devoción por la seguridad laboral frente al riesgo en libertad, el ecologismo de pandereta, la subvención como norma de vida, la defensa del anti desarrollo en aras a preservar una "antigüedad" ya imposible de mantener, el desprecio al discrepante, el temor a ser crítico/diferente, la defensa de "sa Menorca des càvec", la abolición del menorquinismo para ser reemplazado por el catalanismo, la oposición al turismo social enriquecedor, la defensa de una cultura como imposición, el territorio como religión, la sumisión al feudo político, etc.
Muchos rebaños se despeñan por seguir a quien no deben.