Ismael Pons Tena, barítono

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El titular, podría ser, tradicionales cenas de verano. De siempre las vivimos, ahí están presentes, la mayoría improvisadas.Mahón 1947-1970.

En verano solíamos ser sorprendidos por parientes o amigos de mis padres, residentes en la Península que todos los años venían a pasar sus vacaciones en nuestra ciudad y que, por supuesto, jamás dejaron de venir a saludarnos. Quiero pensar que era casual el presentarse al oscurecer. Lo que hacía que mis padres los invitaran a quedarse a cenar con nosotros. Por ventura mamá siempre tenía remedios caseros para salir del paso, la mayoría de días preparaba el perol de porcelana de berenjenas al horno, otras de patatas con chuletas de cordero y sus correspondientes tomates, solía hacerlo completo en vistas, al día siguiente, "així ja tenia es dinar fet". De no tener nada preparado, jamás observe que se pusiera nerviosa por ello. Este detalle la enaltecía siendo contemplada como una gran cocinera. Ni títulos ni " bestieses d'aquestes", ella nada precisaba para demostrar su valía frente a los fogones. Con cuatro cosas de la despensa, mamá Teresa llenaba la mesa. Acto seguido pelaba patatas que preparaba fritas acompañándolas de huevos con puntillas "frites", rebanadas de pan remojadas con leche, y su salsa de tomate, pasados por huevo batido, una auténtica gozada, acompañado de ensalada. De postre, melón, sandía, o fruta del tiempo. Ahora recuerdo, la lata de las sorpresas, con sus galletas rizadas, o las de Alayor. ¡Éramos tan golosos!.Aquella madre mía, valía un Perú, como decía mi padre. Por supuesto que no era lo mismo si la cena ya estaba apalabrada, la cosa cambiaba y mucho, era diferente. Preparando auténticas exquisiteces. Pero lo bonito de la cosa era tener contertulios, yo como siempre, escuchaba a los mayores. "Feia sa xalada". Auténtica cultura general, acompañada de geografía, especialmente aquellos jóvenes narradores viajeros incansables promovidos por su espíritu alpinista, siempre acompañados "des piolet". Lo que se conocía por excursionistas, a mi me sonaba a mágico.

Sana costumbre las cenas veraniegas, la he venido continuando con mi familia. Por ello a partir de julio hasta pasadas las fiestas de Mahón las noches se desenvuelven bajo los acebuches que han crecido tanto, que gracias a las buenas artes de mis dos juanes, los han ido formando como auténtico dosel, cobertizo natural que enamora a todos.

Este 2011, el tiempo no ha sido el deseado, lo que hace que en la pizarra se encuentren apuntadas un cúmulo de cenas atrasadas. Fue la del jueves que aprovechamos la calma y nos sentamos junto a un grupo de amigos, sorprendidos de noticias leídas en la prensa, que se fue desarrollando de la siguiente manera…

Lamentamos el fallecimiento de doña María Mir, viuda de Cerezo. Persona maravillosa, queridísima por todos, especialmente por sus exalumnos. Aquellos niños que de manera tan humana trataba, enseñándoles en su aula preparatoria del viejo Instituto de la plaza de San Francisco. En estos momentos desde este talaiot, mando mí más sentido pésame a sus hijos, nietos, biznietos y familiares. Doña María, crió a sus tres hijos sola, sin el apoyo de su esposo fallecido siendo demasiado joven. Creo que es el momento de decir lo mucho que he admirado su devenir por la vida. Su manera de ser de gran señora. Dios la ha premiado, el poder estar siempre junto a sus hijos de manera especial Maruja, tan parecida a su madre Siempre recordaré aquella bella imagen en los años noventa en que Maruja la acompañaba hasta la parroquia de santa Maria, donde oía su misa diaria.
En la quietud de la noche, rezamos todos juntos ofreciéndole nuestras oraciones. Descanse en paz doña María, estoy convencida que en el cielo se encontrará rodeada de los suyos e infinidad de exalumnos encontrándose nuevamente adorada.

Y como la vida continúa, nuestras conversaciones se derivaron por derroteros que a todos nos preocupan. Alguien me recordó el triste episodio que tuve que sufrir en noviembre de 1999, en que tras publicar un escrito que en vida me entregó mi amigo Juan Moysi Crespi, fundador de los "Bucarenos de la cala de Binibèquer". Aquel escrito desató un cúmulo de escritos insultándome, sin piedad, cuando lo único que yo había hecho era dar curso a un texto, de un maestro de escuela "que sabia molt" y amaba como pocos su isla y nuestra lengua. En su mesa escritorio, siempre presente el libro de la gramática de la Lengua Menorquina de Julio Soler de 1858 y el del Vocabulario Castellano Menorquín y viceversa de don José Hospitaler de 1869.

Mientras mis comensales iban charlando y recordando aquel mal trago, se me hizo saber que uno de aquellos firmantes, que tanto me insultó por escribir en castellano, se debe tragar después de diez años, a su padre que hace lo propio en un boletín.

Lo que remató la cena veraniega "es sopar a la fresca" fue el debate, sobre el pregonero de las fiestas de Mahón. Éste colmó el vaso de los despropósitos. " Va anar gros", ni uno de la cuadrilla ha visto con buenos ojos su designación para las fiestas de la Virgen de Gracia 2011. "Una vergonya". Algo que jamás hubiéramos esperado del equipo del PP. Ha sido tal la decepción, que, como dice el mayoral, firmado de puño y letra por el fielatero, acérrimo costumbrista, el cual el día que leyó la candidatura de nuestra admirada Águeda Reynés, al leer la persona designada para ocuparse de los festejos, frunció el ceño, añadiendo: "aquesta al·lota, es massa jove per aquestes coses. "N'Aguedita ha badat". Le regañamos por ello y hoy hemos tenido que agachar la cabeza, dándole la razón. Efectivamente, el primer año la ha pifiado.

Por favor, señores lectores. No crean que tenemos nada en contra del Simón Orfila, ni mucho menos, todo lo contrario, es joven, guapo, suponemos "que bon al·lot" y si a todo eso añadimos su buena voz, que más se quiere. Pero, aquí deben permitirnos un pero, a la vez que un interrogante… Nos fastidia y con nosotros un interminable número de mahoneses y vecinos establecidos en nuestra ciudad, que para ser pregoneros, deban ser cantantes, siempre cantantes, orfeonistas, ello deriva a actores, artistas etc. ¿Acaso no hay otro tipo de gentes que sean merecedores de subir las escaleras de la casa que se supone de todos, para asomarse al balcón? ¿Acaso en todo Mahón no hay suficientes hombres y mujeres que se merezcan tal honor? ¿Por qué ha de representarnos a los mahoneses, alguien que no ha nacido aquí?

Supongo que los simpatizantes del PP que tanto y tan acaloradamente estos años se quejaron que los socialistas se olvidaban de los mahoneses, se avergüencen de hacer lo propio. Añadir, que si tienen establecido, "que per la força ha de ser cantant", si la concejala de festejos, deseaba que así fuera, debería saber, que mucho antes que el designado, Mahón está en deuda con Ismael Pons Tena. Merecedor sin duda alguna de tal honor. Ismael Pons Tena, nacido en nuestra ciudad con más de 25 años actuando en los mejores teatros y, como dijo de él un afamado crítico de ópera, es el mejor barítono menorquín, buena línea de canto, preciosa voz y filar un La b no lo fila cualquiera, hay que tener unas facultades y la técnica necesaria para conseguirlo. Y si a todo ello añadimos los feos que se le han hecho y hacen constantemente desde los Amigos de la Ópera, que siempre lo han ignorado, cuando esta sociedad maneja unos dineros que no les pertenecen. "Sa cara ens cau de vergonya".

Doña Elisa Mus, haga un "mea culpa", aún está a tiempo de rectificar. Somos humanos y todos nos equivocamos alguna vez, rectificar es de sabios, piense que el que se encuentre usted en el Ayuntamiento lo debe a muchos mahoneses que creyeron en Águeda Reynés, hágalo por ella y reconozca que en su primera vez "s'hi ha fotut de cap". Y que conste que por falta de papel, nada digo de pasarlo al día 2. Pero sí añadir que si usted disfruta de ser concejala ha sido por ir incorporada a una lista cerrada.

Repito y que quede muy claro, nada tengo en contra del señor Simón, al contrario toda mi admiración, pero no era él quien debería cantar el "Es Mahón", y sí un mahones que pasea por todo el mundo con orgullo y gallardía el nombre de su pueblo, Mahón.
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margarita.caules@gmail.com