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Pocas propuestas, casi ninguna medida, ni una promesa, escasos enfrentamientos o acusaciones recíprocas, no se escuchan insultos, ni prácticamente discuten, aquí nadie levanta la voz: tanto silencio chirría.

Falta poco más de mes y medio para las elecciones y, contrariamente a lo que venía sucediendo, lo cierto es que todavía no se respira un ambiente pre-electoral demasiado cargado. Uno diría que, desde el punto de vista de los políticos, ya se han celebrado las elecciones. Eso parece. Y también que ninguno de los dos grandes partidos está cómodo con el papel que le ha tocado. Rubalcaba ya habla con cierto tono de oposición -ensayando- y Rajoy lo poco que dice lo hace con la solemnidad de un presidente -envenenado-. Los jefes de los dos grandes partidos, no imaginan sorpresas tras el 20N y por lo visto se han olvidado de las elecciones.

La situación global y la despreocupación local han nutrido de razones a los indignados que ya empiezan a hablar distintos idiomas. El movimiento 15M sigue queriendo empujar y aprovechar la inercia internacional, por lo que convoca para el 15 de octubre -15O- más de lo mismo.

En un piso pequeño, en una ciudad cualquiera, dos jóvenes comparten piso y gastos: Diego y Pedro. Ahora mismo están cada uno en su respectiva habitación, conectados a internet, en sus cuentas de twitter, comunicándose con otros muchos miles de jóvenes, intercambiándose consignas, "tuits" y "retuits", mensajes de convocatoria, algo de euforia y también ensueño, se reparten la incomprensión unos a otros e intentan aliviarla, también la soledad, buscan ideas, alternativas, pero de momento solo encuentran protestas y críticas. Quieren cambiar el mundo. Pero lo saben. No se puede cambiar el mundo con una lista de errores. Pataleando. Y siguen buscando con los dedos sobre el teclado que alguien dé al fin con la tecla, aunque sea por azar, y lo anuncie, que alguien encuentre la forma de cambiar el mundo, de orientarlo hacia el sentido común, gobernado con inteligencia, dejar, en fin, sin escaños a la avaricia; que alguien encuentre la palabra para que ellos puedan luego poner toda su masa en el verbo.

Uno de los jóvenes, Diego, escribe en su twitter:

@Die_go El voto: manga ancha. La política: ausente o corrupta. La democracia: un eufemismo de fracaso. #razones15O

Y el otro, Pedro, al minuto responde.

@die_go, @PedhroS Cómo vencer al enemigo cuando tú formas parte de sus tropas, cómo vencerse a uno mismo sin caer derrotado.

No encuentra respuesta. Ni la espera. También él -como los políticos- se ha olvidado de las elecciones y de las convocatorias. Escribe en su twitter por última vez hoy.

@PedhroS 15M + 20N= 0

Apaga el ordenador y se acuesta en la cama.