"En el camino volverás a mojar pan"

Salí de nuevo al campo con alivio. Allí me encontré a un pastor con sus ovejitas. Un hombre sabio donde los haya. Sabio por tranquilo, por haber superado esa ansiedad, ese saco sin fondo de la ambición. Más que un sencillo pastor parece un licenciado en bucólicas. Lo mismo me pareció un agricultor que podaba sus cepas ya cosechadas. Me ofreció un racimo de uva negra que me supo a gloria, más por el generoso gesto que por otra cosa (me puse perdido de mosto). Me contó cómo regaban desde unos extraños cilindros con un caño, antena y placa solar. Se trataba de un teléfono inalámbrico, especie de móvil desde donde llaman al pantano que les abre el grifo.

Nájera, como el resto de villas de la Rioja y Navarra, es alegre y con la gente volcada en sus calles y plazas disfrutando (ya por poco) del buen tiempo que empieza a nublarse y a volverse frío. Para mí, mejor.

Poco a poco vamos pasando del vino al cereal... se va anunciando Castilla.

07/10 Nájera-Santo Domingo de la Calzada (17 km)
Ya han llegado los "fransese" ya estamos todos.

Hoy toca contar lo que es la credencial. Se trata de un documento que te acredita como peregrino y que puede adquirirse en algunos albergues y también en la Asociación de Amigos del Camino que tiene web propia. Lleva unas casillas que se van sellando día a día y sirven para acreditar que día tras otro cumples las etapas y por tanto que tienes derecho a alojamiento en los albergues. También sirve para obtener la Compostela en Santiago que es el documento acreditativo de que has hecho el Camino.

Hoy me he encontrado a un alemán que directamente me habló en algarabía. Podía haber preguntado antes si hablaba alemán, pero ni flores. "Mi no entender", le contesté. Le hubiera contestado lo mismo aunque supiera alemán, como hago con los ingleses y "fransese". ¡Estos europeos aún no se han dado cuenta que están en España y que su obligación es aprender alguno de nuestros idiomas, como hacemos nosotros (obligatoriamente) cuando vamos a los suyos. Y lo malo es que algunos saben castellano pero no les da la gana hablarlo.

A la salida de un pueblín oigo a una francesa con cara de doña Urraca que le dice a otros compatriotas en su idioma: "Ahí hay una panadería pero no hablan francés", ¡que jodía!

A estas alturas de la película las piernas ya responden al cien por cien. Se acabaron las agujetas. La semana de penitencia, ya se sabe.

Por Grañón sales de la Rioja y entras en Castilla.- Inmediatamente cambia todo. Desde el paisaje hasta el talante de la gente. Estamos en la provincia de Burgos, cuna del españolismo mas español y carpetovetónico. El paisaje resulta monótono pero de áspera belleza, que lo capto como ave de paso, no me identifico para nada con la dulzaina y el tamborín, el adobe de los muros y el vivir de estas gentes. Lo mío es el Mediterráneo, aunque por educación familiar comparta su lengua, con lo que se demuestra que la lengua no hace al monje. En los bares los dueños son muy bordes, a diferencia de la Rioja o Navarra, deberían ser más amables con quien les da de comer, pero es que estas gentes de la Castilla profunda llevan el sufrimiento secular y no están para muchas gaitas.

Cruzo la inmensa planicie, solos el Universo y yo. El mundo patas arriba y yo aquí a lo mío, solo con el viento. ¡Qué placer, qué inmenso placer!

Me llegan ecos de la civilización que me cuentan que se ha muerto el señor ese que inventó el PC y que lo quieren poco menos que elevar a los altares. Casi nadie cuenta que Apple fabrica artilugios con baterías que duran poco y no puedes reemplazarlas. Esa es la parte abyecta de la, por otra parte, maravillosas revolución informática.

Entro en la región de la Pata de Oca, todos los pueblos se llaman de Oca también están los Montes de Oca, hay patas de oca como marcas de cantero en los sillares de las iglesias románicas, en Carrión un Cristo está clavado en una pata de Oca en vez de en la cruz. El juego de la Oca paradigma de la vida misma. Igual que el Camino. La pata de Oca y su halo de misterio ancestral.

Aquí se come de antología, se podría acuñar el eslogan: "En el Camino volverás a mojar pan".

Las fascinantes señales del Camino. Es realmente increíble que desde Roncesvalles hasta Santiago haya toda clase de señales que hagan que no te pierdas, es una maravillosa continuidad en forma de flechas amarillas en árboles y piedras, mojones, carteles, objetos que dejan los peregrinos.