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De las medidas populistas a las impopulares hay solo un paso. ¿No les parece? Es mucho más fácil pasar de la pobreza a la riqueza, que viceversa. Porque si te acostumbras a un determinado nivel de vida, las renuncias se te antojan costosísimas y dar marcha atrás, es hasta doloroso. Lo mismo que a nadie le amarga un dulce, a todo el mundo le fastidia que le retiren una subvención (algunas muy justas y merecidas, por cierto).

- Hay que ver como cambian las cosas – afirma el filósofo. - Las vueltas que da la vida- observa el político. – Por lo visto, nada es inmutable – exclama el tirano. - Hay que estar preparado para casi todo – concluye el banquero…

El trabajo había sido duro y extenuante. Recluido voluntariamente, en su casa de modestas dimensiones, pensó que el fin de semana no justifica los medios (valga la greguería). Pero ya que había llegado hasta ese momento plácido, que no requería de un gran dispendio, se dispuso a meditar. Es de las pocas actividades que todavía nos pueden salir gratis. Se preguntaba si las cosas guardan alguna relación entre sí, o son, en cambio, una sucesión de hechos inconexos, sin ningún elemento que los vincule o los ligue subrepticiamente. Sentado junto a la mesa camilla y su confortable brasero, llegó a tal grado de ensimismamiento que a punto estuvo de chamuscarse el pie izquierdo. Hubiese sido un descuido imperdonable - se decía a sí mismo - algo azorado.

- Porque, vamos a ver – pensó - ¿qué relación puede haber, entre algo que ocurre en una lejana urbe de los Estados Unidos y las amargas penalidades de un pobre tipo, melancólico y flemático, residente en esta diminuta isla mediterránea? ¿Existe el llamado efecto mariposa? ¿Y el efecto capullo? En el mundo hay más capullos que mariposas, desde luego. Pero no nos vayamos por las ramas, a pesar de que descendemos del mono…Volvió rápidamente de los Cerros de Úbeda y dejó que sus pensamientos siguieran fluyendo…

Todos los hechos que le venían a la sesera, carecían de la más mínima relación causal que los unificase. Así que se propuso encontrarles algún parentesco, más allá de esas seductoras apariencias que tantas veces le habían engañado impunemente.

¿Qué relación hay entre una buena acción y la sensación de felicidad? ¿Y entre el hábito de fumar y el déficit sanitario? ¿Tiene algo que ver nuestra moral con las desgracias ajenas? ¿Y la velocidad con el tocino? Se preparó un buen plato de huevos con caracoles, bien mezcladitos, para la hora de comer, y continuó meditando profundamente…

Un tipo le contó a otro un chiste en San Petersburgo, por ejemplo, y resulta que le entró la risa tonta a un menorquín, de lo más serio, que ni siquiera entendía el ruso. ¿Acaso tenía algo que ver? ¿Cómo podía estar seguro? Puede que haya extrañas reacciones encadenadas en el universo, aunque nosotros no seamos conscientes de ellas.

A veces pensamos, equivocadamente, que lo que haga uno no le afectará a nadie más. Cada cual a lo suyo, porque el planeta seguirá girando, indiferente, a lo que le pueda pasar al vecino de la casa de al lado.